Vender una casa cuando todavía estás pagando un crédito hipotecario es completamente posible, pero hay un punto clave que muchas personas desconocen: es necesario que el comprador finiquite el crédito pendiente como parte del proceso de compraventa.
Si el comprador es una empresa —como en muchos casos de compra directa—, debe liquidar el saldo pendiente de tu crédito ante el banco o institución financiera que te otorgó el préstamo. Esto no es un detalle menor: es el paso que garantiza que la propiedad pueda cambiar de dueño sin problemas y que tú quedes libre de cualquier obligación.
¿Por qué es tan importante que se finiquite el crédito?
🔐 Porque tu casa está en garantía del banco. Mientras no se pague por completo, la propiedad legalmente sigue comprometida con la institución financiera.
📑 Porque no se puede escriturar correctamente sin liberar la hipoteca. Si el crédito sigue activo, no podrás formalizar la venta ante notario.
📉 Porque seguirías apareciendo como deudor. Aunque ya no vivas en la propiedad, si el crédito no se liquida, tu nombre sigue ligado a esa deuda.
¿Cómo se hace?
Cuando vendes a una empresa compradora, como Getmore, ellos se encargan de finiquitar el crédito directamente con el banco. Ese pago forma parte del valor total de compra, y una vez cubierto, se procede a la liberación de la hipoteca y al proceso de escrituración a su nombre.
Conclusión
Vender una casa que aún estás pagando no es complicado, pero requiere hacerlo con seriedad y acompañamiento legal. El paso del finiquito es esencial para proteger tu patrimonio y asegurarte de que quedas libre de toda responsabilidad con tu crédito.
Si estás pensando en vender y tienes un crédito activo, no te preocupes: solo asegúrate de hacerlo con una empresa que se encargue de todo el proceso de manera segura y transparente.